Actuar y Vencer
Si bien para toda la humanidad José Martí se presenta como un hombre de ideas universales, no es menos cierto que a través de su pensamiento se vislumbra su capacidad de acción. Por eso, los latinoamericanos, y en particular los nacidos en esta isla, hemos acogido durante décadas –y como parte de nuestra idiosincrasia- el ideario martiano pues, nos ha correspondido ocupar la posición de actores, a fin de llevar a la práctica la línea política concebida por Martí. De ahí que como afirmara Raúl Valdés Vivó “al asaltar el Cuartel Moncada, el martiano desde adolescente que reunió y dirigió a los asaltantes, proclamó la autoría intelectual del Maestro”, y, de esta manera convocó a la juventud del 53 para revivir a Martí en momentos en que parecía que iba a morir. Quizás porque aquellos valerosos muchachos, desde su humildad, supieron aprender entre sus convicciones algo que decía el Apóstol: “Mientras hay que guerrear, en la guerra deben estar todos los jóvenes”. Valdés Vivó lo sintetiza al afirmar que los héroes del pueblo nunca mueren mientras otros toman su misma senda del heroísmo. Sin dudas, el joven Fidel y en quienes se aglutinaron a su alrededor se cristalizó el pensamiento de una generación auténtica, con efervescente espíritu revolucionario, cuyo mérito radica en haber sido capaces de convertir un revés en victoria, a partir de la derrota táctica del 26 de julio de 1953. Ellos reiniciaron la lucha del mismo modo con que Martí se propuso convertir las frustraciones de la guerra del 68 en los triunfos de la iniciada el 24 de febrero del 95, aun cuando su destino final se interrumpió por la pérfida intervención militar de Estados Unidos. Precisamente, ese hecho se convirtió en el punto de mira que permitió trazar la estrategia final de la lucha insurreccional del Ejército Rebelde, a finales de 1958. Desde su posición de líder, Fidel se percató a tiempo de que una vez alcanzado el triunfo en el terreno militar resultaba inminente evitar una intervención que impidiera la victoria, la cual se garantizó con la huelga general el primero de enero de 1959. Desde entonces, los cubanos podemos decir que si bien Martí nos legó cómo actuar, Fidel nos enseña a vencer.
2 comentarios
Antonio García Acuña -
Muy intersante tus trabajos, hubiera querido encontrarme contigo como habíamos previsto, pero las muliples actividades de la Feria Internacional del Libro, que ya no es sólo del libro sino de otras publicaciones, incluso digitales, me impiden moverme a la Universidad Central.
No obstante ahí está la profe Norelys, la más destacada y entusiasta, también en lo relacionado con las web log, eso es lo que debiera ser: Un mundo lleno de personas inteligentes y por sobre todas las cosas atrevidas, algunas de las premisas indispensables para una vida plena.
Saludos
Antonio.
norelys -