Vivir en la sociedad más capitalista del mundo y desde sus entrañas defender el Socialismo resulta un verdadero reto para Gloria La Riva, batalladora mujer que se define como una defensora incansable de las nobles causas.
Invitada por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap), llegó por primera vez a Santa Clara esta activista política norteamericana, quien fuera coordinadora del Comité Nacional por la Liberación de los Cinco, en los Estados Unidos.
Durante su estancia en la ciudad tuvimos oportunidad de dialogar sobre la campaña que lideró durante los últimos 16 años para liberar de su injusto encierro a René, Fernando, Ramón, Antonio y Gerardo. También conversamos a cerca de sus nuevos derroteros como miembro del Partido Socialismo y Liberación.
— ¿Cuándo y por qué decide crear el Comité Nacional por la Liberación de los Cinco?
— Vivo en San Francisco, California y hasta allí no llegaban las noticias porque fuera de Miami no se conocía nada del caso. Un día salió en la prensa una información sobre cubanos espías y me dije: «Aquí hay algo oculto». Más tarde supe del Mensaje de los Cinco al pueblo de Estados Unidos, el 17 de junio de 2000. Enseguida entendí que me correspondía hacer algo por ellos, entonces tomé la decisión de crear el Comité Nacional por la Liberación de los Cubanos Presos en los Estados Unidos. El nombre era muy largo, pero no encontré otra manera pues podría entenderse que se trataba de cubanos presos en Cuba. Con el tiempo empezaron a conocerse como los Cinco Héroes y acogimos el nombre con el que se conoce el Comité en la actualidad.
— Fueron incontables las acciones realizadas en estos 16 años, pero, ¿recuerda alguna como la de mayor impacto?
— En efecto, fueron muchas las acciones. Puedo destacar como de gran impacto el anuncio publicado en el New York Times, el 3 de marzo de 2004. Sirvió para superar la censura sobre el caso y constituyó un éxito la recogida de dinero. Costó 50 mil dólares, una cantidad que nunca habíamos conocido ninguno de los miembros del Comité. Además, unos 11 mil dólares fueron donados por cubanos residentes en Miami. Creo que pudimos lograrlo gracias a la ayuda solidaria de muchas personas desde varias partes del mundo.
— Sabemos que los del Comité también se esmeraron por demostrar el pago a periodistas durante el proceso judicial.
— Resultó una ardua labor la de revisar cientos de artículos en fotocopias, porque los originales ya estaban borrados de los medios donde fueron publicados. Fuimos minuciosos y descubrimos que decenas de periodistas en Miami recibieron millones y millones de dólares, entregados por el Gobierno norteamericano para desvirtuar la realidad e influir en el jurado. Así perjudicaban aún más a los Cinco por las acusaciones de la que fueron objeto.
— A pesar de las pruebas encontradas por ustedes el Departamento de Estado hizo caso omiso a la demanda de una corte federal para que entregara los materiales probatorios del pago secreto a periodistas miamenses.
— Para nosotros siempre estuvo claro que entre el Gobierno y la corte había cierta complicidad. La corte no quería aceptar que el Gobierno estaba implicado. Creo que el Gobierno informó a la corte que había negociaciones con Cuba, por eso no hubo más pronunciamientos sobre el pago a los periodistas.
— Para alegría de todos, el 17 de diciembre de 2014 recibimos la grata noticia del regreso a Cuba de Gerardo, Antonio y Ramón, ¿cómo la recibió usted?
— Recién llegaba de Venezuela y pensaba en que más hacer por Los Cinco. Supe del traslado de Gerardo para Oklahoma y sospeché que ocurría algo pues sabía que no era por solicitud de él. El 17 bien temprano en la mañana recibí la llamada de un amigo para decirme que ya los tres Héroes que faltaban estaban regresando a Cuba. Sentí una alegría inmensa.
Allá, en los Estados Unidos, lo que más trascendió fue el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Y es que del tema de Los Cinco casi nadie hablaba.
— Durante estos 16 años solo pudo visitar en la cárcel a Ramón, sin embargo ahora en Cuba ha podido compartir, además, con Gerardo en su casa. ¿Cómo transcurrió ese encuentro?
— Intenté varias veces visitar a Los Cinco en sus prisiones, pero solo me aceptaron una vez que fui a ver a Ramón, el resto de las oportunidades fui rechazada, imagina la razón.
En esta ocasión que visito Cuba me siento muy feliz por poder conocer personalmente a Gerardo, Adriana y a la hermosa Gema, la hija de toda la nación. Lo vi muy cariñoso hablando con su hijita. Cuando llegué a su casa Adriana la traía de un paseo y él le preguntaba: «¿quién te dio permiso para salir?» Fue muy hermoso. También fue emotivo volver encontrarme con Ramón y Elizabeth.
Gloria sonríe. Sus ojos empequeñecen y delatan cierto aire asiático en su rostro. Con la expresividad de sus manos nos dice haber ganado una gran batalla, se siente en confianza luego de haber dejado atrás su timidez. El momento resulta propicio para hacerle preguntas más personales:
— ¿Qué significa cumplir años el mismo día que el Comandante en Jefe Fidel Castro?
— ¡Oh! Grata coincidencia. Tuve la oportunidad de decírselo y me respondió: «¡Feliz cumpleaños!» Fidel es inmenso. Muy solidario, por eso a Cuba hay que ayudarla desde la solidaridad.
— El 13 de agosto también es el cumpleaños de René…
— Exacto. Él siempre me llamaba desde la cárcel. Una vez, los del Comité prepararon celebrar el cumpleaños de los tres. Hicieron un cake grande con los nombres de Fidel, René y el mío, pero yo no pude estar porque ese día me llamó Cindy Sheehan* para participar en una actividad política.
—Esta es su visita número 61 a la Isla, y la primera vez en
Santa Clara. Aquí le rindió tributo a otro Comandante de América, al Che, ¿cómo lo valora?
—Esta ha sido una visita inolvidable al estar tan cerca del Guerrillero Heroico y sus compañeros caídos en el combate. El Che es símbolo de la juventud eterna de todo luchador revolucionario. Por eso nunca morirá.
— ¿Qué nuevos derroteros le esperan a Gloria La Riva?
— Soy socialista. Creo que un mundo mejor es posible. Seguiré encabezando otras luchas justas. Una de ellas será combatir la violencia policial en mi país. Otra, la eliminación del bloqueo contra Cuba, y de la cruel Ley de Ajuste Cubano. También lucharemos porque eliminen a la Isla de las lista de países patrocinadores del terrorismo. Debemos apoyar la revolución venezolana y enfrentar al terrorismo mundial.
Así la amiga incondicional de los cubanos se despidió de Santa Clara, no sin antes resaltar la resistencia de nuestro pueblo, al cual admira desde que nos visitó por primera vez en el año 1985. Desde entonces nos admira y se alegra ante los avances de la Revolución cubana.