Fidelísima Barba
Crecí mirándola, por nuestra, por rebelde. La busqué varias veces en los televisores, en las fotos de las revistas y periódicos. Casi siempre para ver si ya la habían afeitado, como otras que llegaron al llano desde la Sierra y festejaron el triunfo. Pero la encontraba intacta. En ágil andar y locuacidad, imprimiéndole fuerza y justicia a la palabra. Y cada vez la veía más brillante, más negra y más poblada.
Casi había olvidado cómo descubrí esa barba. Eran los tiempos en que comenzaba a distinguirla al tope de una chaqueta olivo guerrillero. Eran años de cambio. Momentos apropiados para mantener incólume lo que nació y creció al calor de los combates. Cuba se reorganizaba administrativa y políticamente. Transcurrían los días de sumar brazos en los cañaverales, de crear y construir.
Cuando aprendí a leer y a escribir, buscaba las palabras de aquel barbudo que a cada rato aparecía en mis sueños. Lo imaginaba caballero corazón valiente y yo, doncella afortunada.
Veía al eterno protagonista de mis relatos diferente de aquellos con lanza y armadura. ¿Su barba? Barba noble que comanda, agrupa e inspira, que exige, permite, educa. Enseña ser honestos, solidarios, estudiosos, revolucionarios, como el Che.
Así comencé a seguir a Fidel. Discurso tras discurso, en pos de las huellas de sus viajes y visitas por toda Cuba y el mundo.
Un día recorté y guarde una foto suya. «Miren a mi tío», decía a cuántos se la enseñaba.
Cuando convocó a los pequeños de la Isla para que, vestidos de pioneros, custodiáramos las primeras urnas revolucionarias, cumplí muy oronda la misión. Creía que aquel pedido para las elecciones de 1976 había sido solamente para mí, porque de seguro él sabía cuánto me fascinaba su barba.
Vivíamos otra década complicada, la de los 70. La que avanzó a pesar de que los 10 millones de toneladas de azúcar no sumaron más que 8,5. La que se fortaleció con el Primer Congreso del Partido. La que vio llorar, enérgico y viril, a un pueblo, ante el injusto crimen del Barbados. La que acrecentó e hizo relucir el mentón líder.
Una tarde, sobre las piernas de mi padre, escuché al Comandante hablar de pueblos pobres, de deudas externas impagables, de un imperio dominante, de otros cambios que debían ocurrir fuera de los límites de nuestra Patria. Quise repetir la pregunta de siempre. Insistía en conocer el porqué de dejársela crecer. Mas, la prudencia me indicó seguir escuchándolo.
Ya adulta busqué todas las respuestas posibles de aquella infantil interrogante. Convencida de su simbolismo, leí que Ignacio Ramonet dedicó un tiempo de sus Cien Horas con Fidel para hablar de ella.
Según cuenta, exhibirla por casi 50 años le ha posibilitado al Jefe de la Revolución cubana, ganar tiempo y dedicarse a asuntos más importantes que al de permanecer frente al espejo, cuchilla en mano.
Recordé entonces las primeras explicaciones de mi padre: «Me parece que se afeitará cuando todos los pueblos sean libres».
La vida reafirma que, encanecida, con mayor vigor y experiencia, a esta barba, tan universal por cotidiana, la encontramos colmada de lecciones.
No negra. No blanca. Dolorosa y gris por los oprimidos. Más crecida mientras se recupera de su transitoria enfermedad. Más clara, genuina, solidaria y pura. Militante, fidelísima.
5 comentarios
Osmaira -
Y como vez eres privilegiado al recibir respuestas mías. O quizás lo sea yo al contar con un vistante asiduo como tú, y que por demás prefiere recibir respuesta a la vista de todos.
En cuanto a lo de borrar o no los comentarios pensé que estaba aclarado. Reitero que no fui yo y ya tomé medidas para que no se repita el incidente.
Cuando digo «varios días» es por si suscita nuevos comentarios y en verdad lo considero útil mantenerlo. Entendiste muy bien, si no ocurre así estoy en el derecho de borrarlo, lo cual no significa que beba convertir mi blog en un monólogo.
No olvides que como editora de este blog soy quien decide que divulgo, o no.
Por mis conocimientos sobre los mecanismos de la comunicación no soy dada al monólogo, de lo contrario nunca te hubiera respondido, ni siquiera por email.
La forma en que propones ver los videos no me resulta apropiada pues sacas al internauta de mi blog una vez que ponga la dirección en un nuevo browser, lo cual rompe con la hipertextualidad.
Nunca he pretendido discutir con quien visita y lee mi blog, solo tenemos puntos de vista diferente sobre un mismo asunto. Por tanto diferente sentido del humor.
Para valorar la memoria del Comandante, ante todo, hay que saber interpretar lo que dice de acuerdo con el contexto en que pronuncia sus palabras. Son pocos los que tienen esa habilidad creada y este espacio es muy corto para explicarte que ser verde primero y rojo después no contradice la naturelaza. Si no mira los propios tomates.
La expresión de «11 millones de cubanos», ya forma parte de nuestro hablar como sinónimo de mayoría, la cual siempre decide sobre la minoría. Dónde no ocurre así?Qué medio de comunicación pone lo que TODOS quieren ver? Cuál no manipula?
Hasta más ver...
Rey -
Para ver los videos solo basta poner la dirección en un nuevo browser, y los puse ahí para que vean que no es un invento y lo acompañé de la explicación textual del contenido.
Interesante como Fidel se refería ahora a un gobierno latinoamericano y no al cubano, bonita interpretación. Mira no vale la pena discutir eso lo puse mas como un chiste, en definitiva si el dijo eso, quizás ya se le olvidó. A el se le olvidan muchas cosas como que dijo que no era comunista y que la revolución era verde como las palmas y después la puso roja como un tomate.
Me llama la atención como ustedes hablan por lo que le interesaría ver a 11 millones de cubanos. No crees que es correcto que vean todo y cada cual se forme sus propias opiniones en vez de ponerles lo que deben ver? Y no son manipulaciones, es la ira de Fidel cuando le preguntan sobre una pobre doctora (retirada) con una madre de avanzada edad que llevan 10 años rogando que les dejen ir a visitar a su hijo y conocer sus nietos.
Si como tu dices vas a dejar mi comentario por varios días, eso me parece que quiere decir que vas a borrarlo luego? Si ese es el caso, mejor quita todos los comentarios y convierte de paso tu blog en un monólogo.
Osmaira -
Referente al primer video, solo deseo comentarte que en Cuba lo hemos visto y disfrutado varias veces, la última vez fue precisamente el 13 de agosto a propósito del 80 cumpleaños del Comandante.
Justamente mi crónica se refiere un poco a la frase de «cuando hayamos cumplido nuestra promesa de un buen gobierno...», la cual en aquellos inicios se refería solo a Cuba pero con el tiempo este país ha crecido tanto por toda latinoamérica y el mundo, que para nosotros todavía no se ha cumplido la promesa de un buen gobierno para todos los pueblos del continente.
El segundo video, ni siquiera vale la pena decirte porqué a 11 millones de cubanos no le interesa destinar el tiempo de recreación frente a la pantalla de sus televisores a observar ese tipo de manipulaciones y barbaridades. No obstante, dejaré a la vista tu comentario por varios días. Quizás alguien más se motive a opinar al respecto.
Hasta más ver... Gracias.
Osmaira -
Mi blog está abierto a todo, incluso las posibles groserías o vulgaridades, las cuales se cómo responder según sea el caso.
Rey -
Gracias,
Rey