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Patio Criollísimo

2008: ¿Año de Mal Agüero?

2008: ¿Año de Mal Agüero?

Caricatura: Roland 

«Este año será fatídico», comentan los supersticiosos al saber que febrero trae un día más. La creencia popular tiene varios orígenes. El más generalizado proviene del refranero español -que con certeza heredamos-, y donde se sentencia: «Año bisiesto[1], año siniestro».

¿A caso no será la intención forzosa de una rima? ¿Cuáles fundamentos matemáticos, lógicos o científicos avalan la combinación de ambas palabras?

Realmente se trata de un pensamiento fatalista derivado de la cultura romana. Para ellos el segundo mes está dedicado a los muertos. Resulta cúmulo de dolor desde los tiempos del Imperio. Añadirle un día cada cuatro períodos, significó aumentar la agonía, o bien, hacerle un llamado abierto a la señora de la guadaña.

Este credo resultó tan férreo que en el pasado las puertas de los templos permanecían cerradas la mayor parte del tiempo. Nadie se casaba ni quería salir de sus hogares. Preferían pasar largas jornadas de encierro y escapar de situaciones difíciles.

El augurio traspasó las fronteras. De tal modo que en Ucrania, por ejemplo, más de 2 mil parejas decidieron realizar sus nupcias antes de que finalizara el 2007, y así evitar casarse en un año bisiesto porque les traería «mala suerte».

¿Cómo explicar entonces el incremento de los divorcios? ¿Qué decir de la tendencia cada vez mayor a optar por la unión conyugal, sin que para ello medien firmas y fiestas?

Sin dudas, la sabiduría popular queda escrita en los proverbios.  Negar su cuota de objetividad resulta complejo y polémico, pues surgen de situaciones reales. No obstante, nada es absoluto. Como bien advierte el poeta uruguayo Mario Benedetti, en su magnífico poema Desde los Afectos: «(...) nadie establece normas salvo la vida», aunque a renglón seguido reconozca: «Que la vida sin ciertas normas pierde forma».

Tan es así que en la mismísima Roma se percataron de que no todo puede ser fatalidad cuando el calendario suma 366 soles y lunas. En contraposición a sus propias afirmaciones, destinaron una jornada para el amor y la felicidad. Al inicio los  festejos eran el 15 de febrero, en honor a Luperco, dios romano de la fertilidad. Luego, la llamada Lupercalia se adelantó 24 horas y nació el día de San Valentín, más conocido como el de los enamorados. Para beneplácito de todos, la fecha siempre aparece en los anuarios.

Ante la llegada del bisiesto número 104, vale advertir que las veces anteriores no siempre resultaran de mal agüero. Sólo que cuando los momentos buenos y malos se ponen en una balanza, los últimos pesan más por los evidentes daños a la vida humana.

Muchas horas de buenaventura se concentran en avances y sucesos positivos para la humanidad. Entre ellos la invención del  telescopio, el termómetro de gas, el primer coche con motor a explosión, primer laboratorio de aeronáutica,  o el fin de la guerra de Afganistán.

La música y el cine sobresalen como las manifestaciones artísticas de mejor suerte cuando febrero se alarga un poco. Así se recuerdan los ocho Oscares obtenidos en 1940 por la famosa película Lo que el viento se llevó. Igual número de premios Grammy recibió el ya olvidado Michael Jackson, justamente el 29 de febrero de 1984. Dieciséis años antes, en otro bisiesto, la banda The Beatles se adjudicó el suyo.

En Cuba, dos fechas sumamente decisivas ocurrieron cuando el almanaque trajo 366 días. La primera marcó el inicio de la Guerra de Independencia, el 10 de octubre de 1868. La otra el desembarco del yate Granma, el 2 de diciembre de 1956. Ambos acontecimientos hicieron que en sus respectivos momentos los líderes Carlos Manuel de Céspedes y Fidel Castro Ruz afirmaran que doce hombres eran suficientes para emprender la lucha por la total libertad que hoy disfrutamos.  

En cambio, causa pesar recordar que durante 1948 las cosas anduvieron bastante mal en el mundo. Comenzó la llamada «guerra fría» y se suscitó el primer conflicto armado entre árabes e israelíes. Aunque ese propio año, la ONU procedió a la declaración de los derechos humanos.

Curiosamente, según el horóscopo chino, en ese espacio de tiempo el animal regente fue la rata de tierra yang (Wu Zi), horóscopocomo ocurrirá desde el próximo 7 de febrero y hasta el 25 de enero de 2009. En seis décadas no había existido semejante coincidencia. A pesar de que, matemáticamente hablando, los bisiestos siempre serán de roedores[2] y a su vez de olimpiadas cuando corresponda, pues 4 es múltiplo de 12.

Ahora, según la versión asiática, el presente se muestra muy optimista. Consideran que el elemento tierra le trae a la laboriosa, pero fluctuante rata, mayor estabilidad y concentración. A la vez que el aspecto yang potenciará su energía vital y alegría. Será una combinación explosiva. Una fórmula muy prometedora para alcanzar importantes objetivos de prosperidad y crecimiento: Coraje e iniciativa + perseverancia y equilibrio + energía vital y optimismo = éxito.

Desde este punto de vista, se considera un buen presagio que la FAO lo denomine Año Internacional de la Patata, que Venezuela se proponga el lanzamiento de su primer satélite como parte del proyecto llamado Venesat-1 y que finalmente el señor George W. Bush abandone la presidencia, aunque mantenga al mundo a punta fusiles hasta el venidero 4 de noviembre.  

Para los venideros 12 meses lo más atinado será obviar los aforismos populares, leyendas y creencias de la antigua Roma. En su lugar multipliquemos este mensaje escrito por una internauta en los foros de Vanguardia: «Debemos ver el lado positivo del destino y sobreponernos ante las dificultades si queremos un 2008 donde se cumplan todos nuestros sueños ocultos».


[1] Un año es bisiesto si es divisible por 4, excepto el último de cada siglo (aquellos divisibles por 100), que para ser bisiestos, también deben ser divisibles por 400.

[2] En el horóscopo chino, rige un animal cada 12 años con un elemento diferente. Éstos son Agua, Madera, Fuego, Metal (Oro o Hierro) y Tierra. A su vez poseen una dirección de Yin Yang dividida en 4 grupos.

2 comentarios

Osmaira -

Así es Zenia. Solo si elevamos nuestro nivel cultural ganamos en objetividad para valorar la reliadad. Gracias por tu comentario.

Zenia -

Muy interesante Osmaira. A través de la historia el hombre ha recurrido a las creencias para explicar aquellas claves que no podìa desentrañar.
A pesar del paso de los años, la cultura popular -siempre tan enraizada- nos sorprende este año en cada esquina con aseveraciones parecidas. ¡La mente humana¡
¡cuànto tarda en evolucionar¡.