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Patio Criollísimo

El Curso Comenzó en Azul

El Curso Comenzó en Azul

Foto:Ramón Barreras

Desde hoy, las ciudades cubanas muestran un nuevo color. Junto al rojo de los alumnos de primaria, el mostaza de la secundaria básica y el carmelita de los politécnicos, aparece el azul que ya no es exclusivo para los estudiantes de centros internos.  A partir de este martes, también identifica a los matriculados en los Institutos Preuniversitarios Urbanos (IPU).
En Santa Clara se vio asomar desde temprano. Bien en guaguas o carretones tirados por caballos. También en bicicletas o a pie. Lo traían en el uniforme recién estrenado por los 620 alumnos que integran la matrícula del «Osvaldo Herrera», frente al parque Leoncio Vidal. El otrora Instituto de Segunda Enseñanza, recibió así a los discípulos que comienzan el 10º grado con régimen externo.

Las primeras horas de clases transcurrieron a prisa entre presentaciones y entregas de libretas, lápices y libros. Con la bibliografía recibieron el Cuaderno de Trabajo de Ortografía, el cual manosearán sin límites, a fin de corregir faltas en el dominio de la Lengua Española. Los profesores, todos licenciados en Educación y con un promedio de 15 años de experiencia en la enseñanza media superior, puntualizaron que se les exigirá estudiar a diario.

Justo a las12:30 p.m, los bancos del parque  —en el mismo centro de la capital provincial— , el Boulevard y sus alrededores se vistieron otra vez de añil. Era el término de la sesión matutina y las muchachas y muchachos iniciaron el horario de almuerzo. Una hora y media les alcanzó a los que viven cerca para ir a sus casas, comer algo y regresar. Mientras que para otros, cuya residencia está muy distante, resultó más conveniente traer algún alimento o adquirirlo en los centros gastronómicos.

Así decidieron hacerlo Jessica, Yaima y Sadys Beatriz. En un breve diálogo comentaron que se les hace imposible ir hasta Las Minas —a 12 kilómetros de distancia— y volver a tiempo para el reinicio de las clases a las 2:00 p.m. 
«Mis padres me dieron diez pesos. Sé que no será así todos los días. Cuando no se pueda traeré el almuerzo», dijo la primera. Sus compañeras coinciden en que las ofertas gastronómicas las satisfacen. De mantenerse así, o mejorar, los estudios serán más llevaderos, y se podrá cumplir con el horario de la sesión vespertina, la cual culmina a las 5:30 p.m.
También Leandro Moya Camacho, director de Educación en el municipio, argumentó que el Gobierno del territorio encauza acciones para garantizar el buen desarrollo del período docente que recién comienza.

«Además de la matrícula del IPU —agrega—, la ciudad contará con los 276 alumnos externos del preuniversitario pedagógico Mariano Clemente Prado».

A estos los diferencia un currículo académico centrado en la formación vocacional hacia el magisterio, así como llevar de blanco la prenda superior del uniforme. Pero, más allá de la suma de colores, la llegada del azul a nuestras calles impondrá que la familia se involucre más en la educación y aprendizaje de sus hijos.

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