Madre e hija: Unidas en la distancia
La colega Mercedes Rodríguez García lo reseña en su blog La tecla con Café. Tras leer las cartas cruzadas entre la joven periodista Leticia Martínez Hernández y su mamá María del Carmen Hernández Carus, sentí cuánto puede unirse, a pesar de la distancia, el cariño y el amor materno con los setimientos de una hija que cumple honrosamente su misión en Haití.
Serían muy insensibles quienes no se conmuevan con extraordinaria historia. Tal vez por recordar a Leticia como la alumna más callada, modesta y respetuosa que conocí en el primer grupo de egresados de la carrera de periodismo en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, no pude contener mis lágrimas como expresión de alegría durante la lectura del referido comentario. Entonces la recordé en aquella noche de 2006, cuando ella todavía era estudiante, pero ya cumplía otra misión en la escuela Salvador Allende de la capital. Me recibió alegre e hizo comentarios sobre el placer de estar allí.
Casi nunca tuvimos mucho tiempo para dialogar, a pesar de ser su profesora guía mientras cursaba estudios en la universidad villaclareña. Quizá tampoco imagine cuánto orgullo siento al verla en su desempeño como una consagrada periodista.
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Mercedes -
Mercy