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Patio Criollísimo

Termómetros a su Gusto

Termómetros a su Gusto

Si para escoger están las flores, para gusto se han hecho las temperaturas. Así puede ajustarse el proverbio popular al que con frecuencia acudimos ante cualquier asunto sin consenso generalizado.

Ocurre cada vez que se acerca el invierno o el verano. La polémica resulta inevitable entre quienes prefieren el frío y detestan el calor. O viceversa. Todos los criterios resultarán válidos, según las respectivas ventajas y desventajas de ambas etapas del año. Y no lo asevero yo, sino el reconocido meteorólogo villaclareño, doctor  Aldo Moya Álvarez.

Sobre el tema dialogamos justo cuando llegó el primer frente frío, el viernes 5 de noviembre. «Cada persona lo ve desde su perspectiva, dijo, pero las dos estaciones traen beneficios y perjuicios». La conversación transcurrió mientras el especialista en pronósticos se dirigía al municipio de Camajuaní donde reside.
Supongo que lo haya hecho lo más rápido posible a través de la benevolencia de algún chofer en el punto de recogida. Entre tanto, seguí meditando respecto a su afirmación e hice algunas indagaciones, las cuales compartiré con los lectores de Vanguardia.

Cuba, afirman muchos, es un eterno paraíso veraniego. Nadie lo duda. Aquí predominan las temperaturas cálidas propias del Trópico. Razón para que nos ericemos ante el más mínimo soplo de aire invernal.
Tampoco negarán que esta vez, los termómetros descendieron antes de lo esperado. Casi al unísono de establecerse el horario normal, el invierno dijo: «Aquí estoy». Como para indicar que, si bien el debate sobre la telenovela cubana de turno culminaba, a la vez le cedería terreno a la siempre discutible preferencia, o no, por el frío.

Para muchos, el fin de la etapa estival significa no tener la piel sudada a toda hora, cuestión que incomoda bastante. Sobre todo a quienes transitan bajo el intenso Sol. O permanecen en sus puestos de trabajo, cuando los aires acondicionados se desconectan para contribuir al ahorro energético.   
«No tolero tener la ropa pegada al cuerpo», me comentaba un amigo en pleno agosto. Un colega, incluso, aboga por someterse a técnicas quirúrgicas para reducir su exceso de sudoración.

Alude así a la simpatectomía torácica, un método efectivo para eliminar la hiperhidrosis. La operación se practica mayormente en países desarrollados a un alto costo. Mientras que en el Verde Caimán, desde el 2004, especialistas del Centro Nacional de Cirugía Endoscópica realizan dicho tratamiento de forma gratuita.

Ciertamente, causa desespero sentir tanta humedad en las manos, las plantas de los pies, las axilas o el rostro. Hace que las personas se sientan sucias y pegajosas. Para los que padecen esa enfermedad resulta desagradable en extremo. A otros les afecta su calidad de vida y estado de ánimo. No descansan en la búsqueda de desodorantes, cremas, jabones y medicamentos apropiados.
Mas, aunque parezca paradójico, mantenerse hidratados tiene sus beneficios.

Ayuda a soportar los elevados grados de calor. Constituye una necesidad fisiológica, en tanto el sudor cumple la función de regular la temperatura corporal. Cuando se evapora ayuda a que permanezcamos frescos. También interviene en la eliminación de sustancias nocivas para la salud.

Se conoce que, normalmente, los humanos sudamos algo más de un litro al día en condiciones de reposo. Mientras que podemos  llegar a un litro por hora si realizamos algún ejercicio físico. Y contrario a lo que varias personas creen, sudar no adelgaza, tema que amerita otro comentario.

Por su puesto, resulta infrecuente producir más sudor del que se necesita. Constituye una enfermedad derivada de fallos en el sistema nervioso simpático. Dicha alteración se inicia generalmente en la infancia o pubertad y puede durar  toda la vida.

Este mal resulta incontrolable en los meses veraniegos. Por eso existen quienes aplauden la llegada del invierno. Y es que, además de las ventajas que reporta para la siembra de varios cultivos como el arroz, la yuca, el frijol y algunas variedades de hortalizas, entre ella la col. Como novedad y urgencia para sustituir importaciones las entidades de la Agricultura potencian las plantaciones del garbanzo, un grano que amerita mayor presencia en el mercado nacional.

Al mismo tiempo, durante los meses de octubre a febrero, la piel se protege más. «Evitamos las arrugas. Es el momento apropiado para vestir con mayor elegancia, y es que las chaquetas o abrigos nos ayudan a ocultar los excesos de gordura», comentó una ferviente defensora de estos días donde los termómetros no exceden los 20º.

No obstante, en otras latitudes tanto las grandes nevadas, como las olas de calor provocan la muerte. Cuba está muy lejos de una u otra razón tan perjudicial para la vida humana. Por idiosincrasia, cuando las temperaturas suben o bajan, únicamente se convierten en un motivo más para afianzar el gusto de los cubanos por el debate.

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