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Patio Criollísimo

INTERNET y los cambios en el lenguaje periodístico

INTERNET y los cambios en el lenguaje periodístico

La aparición de Internet  como nuevo medio de información impone cambiar el lenguaje periodístico tradicional, a fin de lograr una mayor efectividad de los mensajes en el ciberespacio. Estudios realizados sobre cómo conceptuar los géneros clásicos del  periodismo en  la actualidad, exponen la necesidad de redefinirlos con la perspectiva de la ciencia del texto como única manera de describir, con objetividad, las características de los discursos hipertextuales que hoy se encuentran en las ediciones digitales de los diferentes medios de difusión masiva. ¿Cómo se comportan estos análisis en el contexto cubano? 

 «¿Qué ha cambiado, en realidad?  Mucho y nada.» 

Resulta incongruente que ante los avances de las siempre, y cada vez más, Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC), las rutinas productivas e ideologías profesionales del sector periodístico cubano continúen inamovibles. Por más que se incrementen los espacios de debate entorno al «fenómeno» de Internet y su impacto en la prensa nacional, y extranjera; para nosotros las reflexiones continúan estancadas en los necesarios ajustes que deben existir en cuánto a recursos económicos e infraestructura tecnológica.

Y resulta precupante que solo desde la academia exista un indicio de que debemos dirigir la vista a dilucidar qué ocurre en el ámbito profesional y comunicativo ante las bien aceptadas, y nunca rechazadas, NTIC.    Añadir una mirada desde este otro ángulo a la realidad cubana, nos permitirá  encontrar un punto de concordancia con las reflexiones surgidas en otras latitudes del planeta.

En esencia se trata de un gran reto profesional, pues en nuestro entorno más cercano sabemos que la práctica, como criterio ineludible de la verdad, siempre aportará juicios desproporcionados respecto a cualquier estudio teórico.Sin embargo, consideramos provechoso prestar mayor atención a los análisis preliminares referentes a la necesidad de adapatar el leguaje periodístico al nuevo medio de comunicación que nos propone Internet.

Causa aliento constatar, que en el caso de Cuba, las universidades cuentan con receptores del tema entre los profesionales que ejercen el periodismo. Sabemos que falta tiempo para sumar este punto en las agendas de trabajo de los decisores, pues se trata de la definición estratégica de prioridades. Más temprano que tarde dejaremos de ser los únicos en insistir, o mejor los que continuamos pensando en este asunto, a partir de la  pregunta que a todos hiciera Rosa Miriam Elizalde, durante el II Festival de la Prensa Escrita celebrado el 13 de diciembre del 2002:  « ¿Qué ha cambiado, en realidad?

Con esta interrogante se abrió una polémica que trascendió hasta las redacciones de periódicos, emisoras de radio, telecentros y agencias. Encontrar la respuesta aún nos ocupa, y preocupa, pues finalmente existe cosenso en que la manera tradicional de escribir no se ajusta a los medios digitales.

En aquellos momentos iniciales, existió coincidencia mayoritaria en que los cambios resultaban muchos, por la aparición de Internet como un canal que inauguraba la interactividad, una modalidad comunicativa totalmente inédita por la unión en un mismo cuerpo del nuevo usuario: Lector-oyente-televidente. 

«(…) Estamos ante una disyuntiva similar a la que vivieron nuestros antepasados cuando apareció la rueda, la imprenta, la máquina de vapor o el avión (...) Estamos ante el dilema de la relación, a veces incestuosa, del hombre y la máquina, de quién domina a quién, pero sobre todo, ante el dilema de la creatividad y de la información.», afirmaba Rosa Miriam.   Y la cita casi nos obliga a reconocer sus razones, no muy bien entendidas por algunos colegas en aquellos  primeros momentos de reflexión colectiva,   para comprender la segunda parte de su pregunta/respuesta:    ¿Qué cambiamos, en realidad? NADA.   

«La red es lógica, método y esfuerzo. (…) El reto sigue  siendo el mismo que con la máquina de escribir y la pluma de ganso: comunicar[1]Y subrayaba con razón nuestra colega que la gran encomienda de Internet no es tecnológica, sino política  y filosófica. Una cuestión ética. Necesidad de redefinir los géneros clásicos  De acuerdo con otros criterios esgrimidos a nivel universal, consideramos oportuno variar las técnicas y lenguajes de la redacción para las web periodísticas. Entre las valoraciones más reconocidas se encuentran las aportadas por Javier Díaz Noci y Ramón Salaverría, dos catedráticos españoles y autores de diversos artículos y libros de consulta obligada en las facultades de periodismo.

El más circulado y utilizado en la academia se titula Manual para la redacción periodística en Internet, en el que ambos profesores dejan en claro que la aparición de la red de redes significa contar con un medio de comunicación diferente y  por tanto deben ser distintas las formas de elaborar las noticias publicadas en el ciberespacio. De ahí que hablen de la necesaria definición de los cibergéneros periodísticos.  

Sus opiniones se basan en el análisis de la evolución editorial en los medios digitales. Al respecto afirman: «uno de los aspectos que apenas ha comenzado a dar sus primeros pasos, es el de la redacción periodística. Muchos periodistas escriben ya en Internet, pero la mayoría de ellos sigue sin saber escribir para Internet. Esto es, ignoran las posibilidades expresivas que el ciberespacio ha descubierto para el periodismo, y se limita a perpetuar los géneros y rutinas que aplicaban en los medios precedentes»

[2]Asimismo, en  el volumen 142 de la revista Novática, de la Asociación de Técnicos de Informática, aparecen los primeros argumentos expuestos por el profesor Salaverría. Su artículo De la  pirámide invertida al hipertexto, constituye una verdadera radiografía a cómo ha variado el texto periodístico, a la vez que propone el empleo de los tipos básicos de escrito —narración, descripción, exposición y argumentación— como nuevo criterio para organizar y redactar las informaciones periodísticas en Internet.  

Algunos fragmentos del artículo ayudan a conocer la  esencia de las ideas de este catedrático español:  « (…) La ductilidad del medio digital, mucho mayor que la del diario de papel, fomenta esta constante renovación formal.  Pero si bien esta facilidad para la mudanza en los diarios digitales es máxima en teoría, lo cierto es que la innovación no está alcanzando con igual ritmo a las diversas áreas del nuevo medio. 

Se innova, sobre todo, en los aspectos tecnológicos relacionados con la gestión documental de las publicaciones (...) y se innova también en los aspectos comerciales y de interactividad con los usuarios (...). Frente a este notable avance en los aspectos más instrumentales, las técnicas profesionales que se relacionan con la esencia del trabajo periodístico, aquellas que afectan al contenido informativo y a la manera en la que éste se comunica, apenas si han dado pasos adelante.»

¿Cómo llegar al cibertexto? No se trata de una «fórmula mágica», ni de ubicar en la red, con aparente desorden, lo que tenemos en otros soportes (papel, audio o video). Por el contrario, el esquema del cibertexto —definido como célula informativa— resulta más comprensible si partimos del  descrédito a la falsa analogía entre la pantalla y el libro.«El medio digital es muy distinto al propiciado por la lectura. Los ojos miran —no leen— a la pantalla y se encuentran con una confluencia de varios lenguajes»[3]

Para una primera taxonomía de los géneros ciberperiodísticos, Díaz Noci recurre a la retórica aristotélica y a los estudios más recientes de Perelman y Olbrecht-Tyteca para descubrir que la estrategia textual de los hipertextos no posee su basamento exclusiva y absolutamente en la supuesta objetividad  o esterilidad informativa, sino más bien consiste en la hibridación de diferentes lenguajes, cuyo resultado final es el producto comunicativo que se inserta en la red.La clasificación de estos cibergéneros en informativos, interpretativos, dialógicos y argumentativos permite comprender mejor  por qué se trata de un concepto fundamentado en la ciencia del texto, según lo explica Díaz Noci en su artículo Los géneros ciberperiodísticos: una aproximación a los cibertextos, sus elementos y su tipología.

Al proponer este intento de «construir una teoría de los géneros periodísticos, a semejanza de lo que se ha hecho en los estudios literarios» y especificar que no resulta una obligación exclusiva de la academia, sino, en suma de gran utilidad «para las rutinas laborales de los periodistas y para que resulten reconocibles por los lectores», Díaz Noci invita a extender sus análisis a terrenos inexplorados.  

Sobre todo porque entre sus sugerencias incluye la de examinar unos u otros productos informativos hipertextuales a fin de «determinar cuáles son las características definitorias de los cibertextos del periodismo en Internet, y ver hasta qué punto y en qué medida se cumplen».Para iniciar el análisis de los discursos hipertextuales se debe tener en cuenta la  tendencia lingüística dedicada al desarrollo de casi toda una ciencia del texto periodístico. Entre  sus definiciones del texto informativo «tradicional», éste se considera una organización de reglas de coherencia lineal (sintáctica) y reglas de coherencia global (semánticas).

Su aplicación a un cibertexto periodístico, da lugar a tres niveles de coherencia, de acuerdo con las indagaciones de Engebretsen y que de Díaz Noci refiere en sus estudios así:

Coherencia intranodal: donde cada nodo debe ser coherente  en sí mismo y contar  con la suficiente autonomía significativa.

Coherencia internodal: donde la conexión entre nodos debe ser coherente.

Coherencia hiperestructural: donde el conjunto de nodos que componen cada hiperdocumento deben componer estructuras coherentes.

Luego de exahustivo análisis de las dintintas corrientes de la teoría del texto, este autor español concluye que nuevamente el modelo predicacional e internacional de aplicación al periodismo propuesto por Teun A. Van Dijk, se ajusta perfectamente al análisis del discurso periodístico digital, ya que como producto comunicativo en sí mismo posee estructuras generales, o macroestructuras y microestructuras.

Visto así, los cibertextos también expresan los cinco criterios retóricos definidos como inventio, dispositio, elocutio, actio y memoria.   Estos se realcionan con las caracteríscas propias, y exclusivas, del medio digital, es decir: la hipertextualidad, multimedialidad, interactividad y temporalidad.Díaz Noci lo especifica mediante la siguiente realción:

Inventio: Multimedialidad y poliacroasis
Dispositio: Estructuras hipertextuales
Actio: Interactividad
Elocutio: Recursos multimedia
Memoria: Interconexión potencialmente ilimitada de INTERNET

       Una mirada a la red interior 

Una observación mínima, desde esta perspectiva, a la prensa digital cubana, revela la urgencia de inciar el estudio de los cibergéneros periodísticos con una visión más profunda. Por el momento solo expondremos una valoración crítica a partir de una mirada comparativa realizada hacia el interior de dos páginas web periodísticas de la región central: Vanguardia y Escambray.

En general, ambas ediciones digitales cuentan con un soporte tecnológico que permite la hipertextualidad. Escambray la incluye con mayor sistemacidad en sus productos comunicativos. Aunque se constata un predominio en las temáticas del deporte y otras de corte social. 

Vanguardia, por su parte, se destaca por el softwere de Quipusnews, el cual posibilita una actualización dinámica, así como la incorporación de todos los recursos de la web. Si bien en el sitio sobresale la interactividad lograda con el foro y las encuestas, salvo en muy escasos materiales asociados al tema del bloqueo o los discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro, este criterio retórico que para Díaz  Noci es el actio, no se logra mediante la interconexión directa al contenido noticioso que posee, tal y como se propone en la estructura de la célula informativa definida por Salaverría.

Vale referir que, en cambio, Escambray, cuyo soporte puede considerarse desactualizado (corre sobre el Frontpage), facilita que el  actio  tenga lugar desde el  centro de la información.Este breve asomo nos permitió corroborar que si bien los cibertextos periodísticos de ambas páginas web cumplen con los criterios de dispositio (estructuras hipertextuales) y memoria (interconexión potencialmente ilimitada de INTERNET), en honor a la verdad queda un buen camino por recorrer para añadir los restantes criterios; el inventio y elocutio, relacionados ambos con la multimedialidad.

Podemos concluir que en suma las redacciones digitales cubanas, en particular las de la región central, poseen recursos humanos y tecnológicos  pertinentes para iniciar la reestructuración de los cibertextos que publican. Estos productos pueden elaborarse con un lenguaje periodístico ajustado a los enfoques de ciencia del texto, y pueden contribuir a definir el concepto de cibergénero periodístico con las experiencias que tengan lugar en las rutinas productivas, así como los necesarios cambios en las ideologías profesionales que imponen las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación



[1] Rosa Miriam Elizalde. Cambia la tecnología, ¿cambiamos nosotros?, Clic Internet, pág. 104 
[2] Ramón Salaverría. Manual de Redacción Periodística en Internet, Prólogo.

[3] Amelia Fernández, citada por Javier Díaz Noci en Teoría de los géneros ciberperiodísticos, pág 2

1 comentario

José -

Te han quedado muy lindos los cambios en el blog.

un beso