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Patio Criollísimo

Candidatas del Pueblo

Candidatas del Pueblo

«Me gustaría estar representado por una mujer», le escuché decir en la noche del

pasado miércoles a uno de los vecinos de la circunscripción 129 de la zona 85, en el santaclareño reparto Virginia. La colectividad había aprobado por unanimidad la nominación de una de ellas como candidata a delegada.

Mi interlocutor agregó espontáneamente sus razones a los argumentos  expuestos por José Amador Brito al hacer la propuesta.

«Las mujeres son muy capaces, saben organizarlo todo, entienden muy bien los problemas de los demás», dijo casi en ráfaga Eusebio Llero Clavelo.

Aunque reconoció que existen hombres con idénticos méritos, para él el sexo femenino posee gran responsabilidad a la hora de asumir cargos de dirección.

Razones por las cuales hasta el jueves se contaba con 500 féminas propuestas en la provincia como candidatas a desempeñar un puesto en el gobierno local. El dato representa el 28,3 % de las nominaciones en relación con la representación masculina.

No se trata de ofrecer números que conduzcan a una rivalidad entre ambos sexos.

Por el contrario, ilustra cómo cada día se incrementa la confianza depositada por el pueblo en compañeras con aptitudes, valores morales y excelente aval para dirigir en la localidad, el municipio, la provincia o la nación.

La familia se ufana al saber que la madre, esposa o parienta cercana es reconocida en la vecindad por sus principios y convicciones revolucionarias.

En la mayoría de los casos son los hombres los primeros en asumir los quehaceres hogareños. Ganan en disposición para buscar alternativas con las cuales aliviarles a sus compañeras la carga doméstica. Otro tanto aportan los hijos, e, incluso, en ocasiones, se suman las ayudas oportunas y desinteresadas de las suegras, pues no todas son como la encarnada por la actriz Marta del Río en ¡Oh!, La Habana.

«Vivimos una época de gran libertad para la mujer», sentenció por último Eusebio mientras iba de vuelta a su hogar. Por eso, aunque todavía no hay nada decidido, no pierde las esperanzas. Ahora le resta esperar hasta el 21 de octubre venidero para saber quién conducirá los destinos de la circunscripción. 

Solo en las urnas se decidirá, en acto auténticamente democrático, quién será el delegado. Mas, lo determinante no constituye el género, sino la capacidad, destreza, compromiso e incondicionalidad de quien mejor logre representar a su comunidad. 


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