A Leer con Libertad

Una obra de infinito amor, como el proyecto editorial Libertad, apareció al  calor de la batalla por la educación que hoy libramos, y continuará  consolidándose, pues forma parte de la lucha de la cultura contra la ignorancia.

Los 15 títulos que integran esta colección fueron distribuidos por todas las escuelas del país, así como por la red nacional de bibliotecas. El principal propósito radica en que estos volúmenes se utilicen como complemento en el proceso de aprendizaje escolar. Aunque, también pueden ser consultados por quienes visiten las instalaciones de Cultura habilitadas con estos fines.

De lo que se trata, en esencia, es de ampliar las posibilidades de acceso a una bibliografía exclusiva, de excelente calidad en cuanto a contenido e impresión, cuyo mayor beneficio se constatará a largo plazo en la autosuperación de los niños, jóvenes y adultos de la comunidad.

La Bibliotecaria: Eslabón Imprescindible

Durante sus once años de trabajo como bibliotecaria, Dilexy Cordoví Figueroa no se había sentido tan satisfecha en su quehacer diario, como ahora.

Desde su primer día de labor tiene conciencia de que su trabajo resulta imprescindible, en tanto contribuye a que los educandos reafirmen los conocimientos adquiridos en el aula, sin embargo, es en estos instantes cuando mejor puede desarrollar esa idea.

Y es que, antes de las actuales transformaciones, ella planificaba las actividades al libre albedrío, según las inquietudes de los alumnos.

«Los cambios que han tenido lugar desde el curso anterior -explica-   nos obligan a conocer en detalles todos los planes de estudios por grados y asignaturas. Los encuentros se conciben según los temas tratados por los maestros en clases, por lo que debemos trabajar de forma cohesionada para saber en qué momento debemos orientarle al estudiante el uso del Atlas del Mundo, los diccionarios ilustrados u otro libro».

Una Clase para Investigar

Cuarenta y cinco minutos a la semana solo se pueden destinar para incentivar el hábito de lectura. No alcanzan  para más. Por eso, el tiempo planificado para asistir a las bibliotecas escolares muy bien puede definirse como el de una clase para investigar.

Como una experiencia positiva en este sentido, Dilexy narra lo sucedido el pasado curso durante la conmemoración del  horrendo crimen de Barbados:

«Uno de los textos del programa Libertad es Pusimos la bomba y qué de la autora colombiana (). Como se trata de un obra extensa nos propusimos hacerle una promoción para que los alumnos se motivaran a venir a leerlo. Para lograrlo aprovechamos  los 45 minutos de estancia en la biblioteca para debatir en el grupo los pasajes más representativos de la verdadera personalidad de los terroristas Luis Posada Carriles, Orlando Bosh y Hernán Ricardo. Así fue como, a propósito del 6 de octubre, el año pasado logramos que una gran cantidad de estudiantes se lo leyeran.»

Anécdotas como esta pudieran contarse por decenas entre las personas que cada día se dedican a  despertar en nuestros pequeños las ansias por la lectura.

Y muchas más serán en lo adelante porque al esfuerzo de las bibliotecarias se suma el interés de los padres y amigos de la comunidad, de quienes por doquier ponen su granito de arena en este noble empeño de formar una generación más culta, a fin de que sean más libres. 

El programa de la editorial Libertad se aplica en los niveles de las enseñanzas Primaria, Secundaria y Preuniversitario. Los ejemplares que la integran se corresponden con los planes de estudios en cada uno de esos niveles. Entre ellos se encuentran:

1. Atlas Geográfico del Mundo
2. Enciclopedia Autodidactica Interactiva Océano (8 Tomos)
3. Diccionario Grijalbo Enciclopédico (a color)
4. Diario del Che en Bolivia
5. Obras Completas de José Martí
6. Pusimos la Bomba y qué
7. La ciudad de las Columnas
8. Pasajes de la Guerra Revolucionaria
9. Entre otros libros de literatura infantil