Cuba: La Revolución Vibra en las Cuadras

En este 48 aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución, y próximos a celebrar el 7º Congreso de la organización —durante los días 7 y 8 de noviembre—; las cuadras cubanas evidencian que la Revolución se agiganta y vibra en cada cuadra donde los cederista nos esmeramos por trabajar…

UNIDOS Y ORGANIZADOS

Foto: Ramón Barreas Valdés

Cuarenta años de labor como dirigente en los distintos niveles de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) resulta un meritorio aval para Felicito Manso Betancourt. Por su trayectoria en la organización asistirá como invitado por el municipio de Santa Clara, al 7º Congreso de los cederistas cubanos.

Con su hablar diáfano y elocuente dialogó sobre sus expectativas ante el cónclave y los desafíos que se enfrentan en su zona de residencia, la número 19 del Consejo Popular Centro. En ella funge como organizador desde 1975.

— ¿Cómo logra cohesionar el trabajo en los 14 CDR que la integran?

— Se necesita de mucho tiempo y dedicación. En ellos se agrupan 923 cederistas por lo que el intercambio individual se convierte en una misión difícil, pero no imposible. Para dar cumplimiento a las tareas nos reunimos el primer lunes de cada mes con los distintos representantes de las organizaciones políticas y de masas del área. La sistematicidad nos permite lograr la unidad. Aunque no podemos vanagloriarnos de que todos los CDR funcionen con idéntica calidad.

— ¿Dónde se centran las principales debilidades?

— Si bien el proceso previo al Congreso nos permitió completar los ejecutivos, con sus respectivos activistas, reconocemos que todavía se carece del verdadero sentido del deber que se requiere asumir por cada miembro. El compromiso recae únicamente en el presidente.

— ¿Puede considerarse entre las causas que limitan cumplir a plenitud con la vigilancia revolucionaria?

—Digamos que influye y provoca falta de exigencia. Los turnos de guardia se encuentran organizados. Se realizan en las primeras horas, 10:00 p.m. a 1:00 a.m. Pero no ocurre de igual manera durante la madrugada que es cuando se debe reforzar más la vigilancia. No obstante, mantenemos activado el sistema de control diario con las rondas. Gracias a eso sabemos cuáles son los cederistas incumplidores.
— ¿Qué factores, a su entender, inciden para que luego de empeñar su palabra de forma voluntaria, los vecinos no asuman ese compromiso?

— Con actitudes de ese tipo se demuestra que falta responsabilidad, interés y entusiasmo. La realidad no es otra y debemos decirla claramente para resolver esas dificultades.

— Los debates que antecedieron al Congreso buscaron incentivar la participación de los más jóvenes en las tareas cederistas. ¿Se percibe algún avance en este sentido?

—En ese proceso logramos incorporar gran cantidad de jóvenes a los ejecutivos de los CDR, o como activistas. Pero no estamos conformes, necesitamos mucho de ellos. El Congreso le dedicará una comisión a este tema porque sin dudas son el relevo de la Revolución.

—¿Qué otras misiones cumplirán los delegados santaclareños antes de acudir a la cita en la capital del país?

—Se nos ha encomendado la Operación 50, dedicada a conmemorar el cincuentenario del triunfo revolucionario del 1º de Enero de 1959. Consiste en visitar las 303 zonas del municipio, a fin de consolidar y fortalecer su funcionamiento.

Será, además, una manera de luchar contra la corrupción, el delito y las conductas antisociales. Asimismo apoyaremos el plan alimentario con movilizaciones a las labores agrícolas y en los organopónicos del territorio, así como en los patios intensivos de la agricultura urbana. En general veremos qué problemas existen para encontrar sus posibles soluciones.

— ¿Cuáles han sido sus mayores satisfacciones en estas cuatro décadas de labor como dirigente cederista?

— Resulta muy placentero el trabajo en la comunidad. Las relaciones de respeto y amistad con la mayoría de los vecinos. Ahora se suma la posibilidad de asistir a un Congreso al cual deberemos llegar más unidos y organizados.